
Pronto, se convirtió en el antídoto contra la apatía veraniega. Familia, amigos, desconocidos con sed… todos necesitaban un poco de Candela. Su misión quedó clara: devolverle el alma a los temucanos y demostrar que, con el trago adecuado, el calor es solo un detalle.

Hoy, Sangría Candela es más que una bebida: es una excusa para disfrutar. Con ingredientes (no tan) secretos como vino tinto, naranjas y especias, cada sorbo es un llamado a relajarse y brindar. Porque cuando la sed de buenos momentos llama, no hay obstáculo que valga.